“Tienen cinco minutos, clase. Comiencen… ahora”.

Simone Mittelstaedt mir贸 con p谩nico el papel que ten铆a enfrente. Tantas preguntas de multiplicaci贸n, (隆100 de ellas!) para resolver en tan poco tiempo. Sent铆a una sensaci贸n familiar de temor: el coraz贸n se aceleraba, el est贸mago se contra铆a, el cerebro se congelaba. Esto le suced铆a cada vez que su maestra le daba a la clase un examen de matem谩ticas. Esta vez, sin embargo, fue peor de lo habitual para Simone, una estudiante de segundo grado que hab铆a tenido dificultades en matem谩ticas durante tres a帽os. Para ella los problemas que ten铆a enfrente eran como jerogl铆ficos. Simone no ten铆a idea de lo que se supon铆a que deb铆a hacer.

Decidi贸 que lo menos que pod铆a hacer era completar todas las respuestas. Eso ten铆a que contar para algo. Cuando terminaron los cinco minutos y se entregaron las pruebas, Simone hab铆a completado todos los problemas. A煤n as铆, cuando puso su l谩piz en el escritorio, se sinti贸 derrotada por el incomprensible remolino de n煤meros. Otra clase de matem谩ticas miserable. Simone hab铆a estado teniendo dificultades con las matem谩ticas por alg煤n tiempo, pero ese jueves de abril por la tarde se uni贸 a millones de seres humanos que en otras 谩reas son exitosos pero que han sido .

La profesora de Stanford, Jo Boaler, informa sobre un v铆nculo definitivo entre las pruebas cronometradas y la ansiedad matem谩tica, y dice que las pruebas cronometradas da帽an las relaciones de los ni帽os con las matem谩ticas. “Cuando sometemos a los estudiantes a esta experiencia que provoca ansiedad, hacemos que ya no les gusten las matem谩ticas”, dijo Boaler. Asustados y marcados por tal evento, las matem谩ticas para ellos se convierten en una palabra desagradable de once letras.

En los a帽os siguientes, cuando llegaba el momento de las matem谩ticas, Simone sent铆a que la ansiedad se apoderaba de ella ante la perspectiva de la multiplicaci贸n, las fracciones o la divisi贸n larga. Para escapar, sol铆a pedir permiso para ir al ba帽o y luego arrastraba los pies lentamente por el pasillo de la escuela tratando de evitar el papel lleno de n煤meros que le esperaba en su escritorio.

隆Hay tantas fobias para elegir!

La ansiedad matem谩tica, tambi茅n conocida como fobia a las matem谩ticas, es una reacci贸n emocional negativa a una situaci贸n que requiere la resoluci贸n de problemas matem谩ticos. Si bien no se ha introducido en el DSM-5 (Manual Diagn贸stico y Estad铆stico de Trastornos Mentales, Quinta Edici贸n) como una enfermedad mental oficial, la ansiedad matem谩tica afecta a millones de adultos y ni帽os, cada uno de los cuales tiene su historia de horror sobre las matem谩ticas (gracias a un maestro inconsciente, un padre despistado o un concepto que nunca entendi贸). Seg煤n el profesor de Stanford, Vinod Menon, quien es coautor de , la parte del cerebro afectada por la ansiedad matem谩tica es la misma parte “que responde a situaciones temerosas, como ver una ara帽a o una serpiente”.

La mayor铆a de las veces aparece en los primeros a帽os de la escuela primaria, y luego aumenta durante los a帽os superiores de la escuela primaria. Tambi茅n en la escuela intermedia muchos ni帽os, especialmente las ni帽as, caen en el abismo de las matem谩ticas. Para los ni帽os que sufren de ansiedad matem谩tica severa, las implicaciones son alarmantes. Los estudios muestran que las personas con ansiedad matem谩tica se desempe帽an peor en los ex谩menes, evitan los cursos de matem谩ticas de alto nivel y evitan seguir carreras relacionados con las matem谩ticas. Mientras tanto, los estudiantes de secundaria que toman con 茅xito clases de matem谩ticas a nivel superior tienen m谩s probabilidades de graduarse de la universidad. Tambi茅n es probable que ganen m谩s dinero.

La ansiedad matem谩tica tambi茅n es algo as铆 como una epidemia estadounidense. De hecho, es tan com煤n que es aceptable escuchar a los adultos que han ido a la universidad declarar abiertamente: “no soy una persona a quien se le faciliten las matem谩ticas” o “soy malo en matem谩ticas”, casi como si fuera un alarde. “Las matem谩ticas son la mayor debilidad de Estados Unidos en comparaci贸n con los pa铆ses del mundo”, dice Amanda Ripley, autora del libro . “Nuestros adolescentes ocupan el puesto 26 en matem谩ticas en el examen PISA (Programa para la Evaluaci贸n Internacional de Estudiantes), y el puesto 12 en lectura en el mismo examen. Incluso el 25 por ciento de los ni帽os m谩s ricos, que tienen padres altamente educados, computadoras en casa y escuelas lujosas, se encuentran en el puesto 18 a nivel mundial en las matem谩ticas en comparaci贸n con el 25 por ciento de los ni帽os m谩s ricos de otros pa铆ses”.

Solo el 32 por ciento de los estudiantes de secundaria de Estados Unidos son competentes en matem谩ticas en la Evaluaci贸n Nacional del Progreso Educativo (NAEP, por sus siglas en ingl茅s). Las tasas de competencia comparables en matem谩ticas son del 45 por ciento en Alemania, del 49 por ciento en Canad谩 y del 63 por ciento en Singapur (algo que era de esperarse). Es un problema educativo que Estados Unidos no puede permitir que siga sucediendo, dado que se proyecta que muchas carreras en el siglo XXI estar谩n enfocadas en la ciencia, la tecnolog铆a, la ingenier铆a y las matem谩ticas (en ingl茅s a este conjunto de carreras se les llama STEM).

Confusi贸n + miedo = ansiedad matem谩tica

A pesar de que es un problema com煤n nacional, y de los innumerables expertos, no hay una soluci贸n f谩cil para tratar la ansiedad matem谩tica. La historia de Simone ofrece una idea de lo dif铆cil que puede ser (tanto para los ni帽os como para las familias) luchar contra el monstruo de la fobia a las matem谩ticas.

“Realmente lamento haber fallado en esta prueba, mami”, le explic贸 Simone a su madre esa tarde, mientras le entregaba el papel donde hab铆a contestado todo, pero con respuestas incorrectas. “Solo quer铆a sacar una buena nota como todos los dem谩s”.

Aunque la ni帽a de 7 a帽os hab铆a acertado al menos en un pu帽ado de ecuaciones, la maestra escribi贸 una X gigante en su trabajo, seguida del comentario: “Prueba rechazada. La pr贸xima vez haz un buen trabajo”, y debajo de esto agreg贸 una l铆nea en la que le exigi贸 a Simone firmar con su nombre (algo que ella no quer铆a hacer).

Las respuestas de Simone (4脳3 = 43; 2脳0 = 2; 5脳5 = 5) dejaron claro que no estaba tratando de interpretar al payaso de la clase; ni siquiera hab铆a empezado a comprender la idea b谩sica de la multiplicaci贸n, pero al menos estaba probando diferentes t谩cticas. Su confusi贸n, sin embargo, no deber铆a haberle sorprendido a la maestra ya que Simone hab铆a tenido dificultad con las matem谩ticas todo el a帽o. (En primer grado, Simone estaba igual de desconcertada. “Est谩bamos haciendo estas cosas con formas, colores y cosas que no entend铆a”, dice Simone. “Mis maestros eran agradables en primer grado, pero no me lo explicaron bien”).

Indignados por el hecho de que la maestra no les hab铆a ayudado a aclarar en d贸nde se hab铆a equivocado su hija (y peor a煤n, la hab铆a ridiculizado por ello) los padres de Simone, Pia Hinckle y Chris Mittelstaedt, estaban dispuestos a intervenir.

Despu茅s de varias semanas dif铆ciles, con el aliento de sus padres, Simone le escribi贸 a su maestra una nota decorada en la parte inferior con una ilustraci贸n de una ni帽a de quien brotaban muchas l谩grimas: 鈥淓stimada se帽orita Walker, no me gust贸 cuando me hizo firmar el examen. Me dieron ganas de llorar. Me hizo querer ir a casa. Me hizo sentir que era mala en matem谩ticas. Me hizo sentir que ya no quer铆a aprender matem谩ticas ni ir a la escuela. Simone鈥.

Math anxiety
Esta es la carta que Simone le escribi贸 a su maestra de segundo grado. (Haz clic para agrandarla).

Ahora, con 13 a帽os de edad y en octavo grado, la adolescente de voz suave parece desconcertada, quiz谩s incluso un poco avergonzada, de que su madre haya guardado la evidencia de este incidente matem谩tico (las cartas que su madre le escribi贸 al director y al superintendente, as铆 como la prueba marcada con la X y la nota de Simone a su maestra). “No puedo creer que hayas guardado esto”, susurra ella. Sentada en su soleado comedor de San Francisco, Simone apenas recuerda la nota que escribi贸, pero los recuerdos de ese d铆a perduran. “Mi maestra nos dijo: ‘Muy bien chicos, si todos aciertan en sus pruebas un 100 por ciento, entonces todos disfrutar谩n de helados’, as铆 que estaba realmente emocionada porque me encanta el helado”.

Simone se entusiasma cuando habla sobre escritura y lectura, temas que siempre le han sido f谩ciles. Pero despu茅s del trauma de segundo grado, Pia recuerda, “el momento m谩s dram谩tico fue cuando dijo: ‘No soy buena en matem谩ticas’. En cierto modo, casi se sinti贸 aliviada y dijo: ‘Ahora no tengo que intentarlo m谩s’. Ella hab铆a renunciado a las matem谩ticas a los 7 a帽os de edad”.

Pia, cuyo hijo mayor tiene problemas de aprendizaje, sab铆a por experiencia que no deb铆a ignorar una crisis acad茅mica en desarrollo. “Es importante no perder el tiempo cuando son peque帽os”, dice. Sobre todo porque con las matem谩ticas, un concepto generalmente se basa en otro: si uno se olvida de un concepto importante, es posible que se sienta cada vez m谩s perdido a medida que transcurre cada a帽o escolar.

Los padres de Simone le hicieron pruebas, pero ella no ten铆a discalculia (una incapacidad para “leer” los n煤meros, que afecta a un estimado de 3 a 6 por ciento de la poblaci贸n) como su hermano mayor. A煤n as铆, ella necesitaba una terapia importante. “Se trataba de cambiar su actitud, porque estaba tan resignada con que era mala en matem谩ticas y nunca iba a ser buena en ello, as铆 que 驴por qu茅 dedicar tiempo y esfuerzo?”.

Para cuando comenz贸 el tercer grado, Simone estaba inscrita en Linda Mood Bell, una empresa privada de tutor铆a que ofrece terapia individual por una suma de aproximadamente $80 por hora. Luego, sus padres contrataron a una maestra de medio tiempo de la escuela de Simone para sesiones semanales. Tambi茅n le hicieron saber a la maestra de tercer grado de Simone que su brillante y curiosa hija se asust贸 al pensar en las matem谩ticas y necesitaba apoyo adicional. La maestra la apoy贸, pero Simone se retras贸 a煤n m谩s. “Me estaban costando mucho las fracciones”, dice Simone. En la clase de su hermana gemela, aprendieron fracciones con los chocolates M&M’s. “Segu铆 pensando que quer铆a estar en esa clase. No se trata solo de una recompensa, pero es m谩s bien que deber铆an hacer que aprender sea divertido en lugar de que sea aburrido”, dice Simone.

Aun as铆, hab铆a tablas de multiplicar que no entend铆a (esas horribles tablas del nueve y el siete). “Todav铆a era la peor en matem谩ticas de la clase”, dice ella.

驴C煤al es la ra铆z del problema?

驴Por qu茅 hay tantos ni帽os petrificados por las matem谩ticas por sobre todas las dem谩s materias, quienes al escuchar palabras como “entero” y “pol铆gono” sienten ganas de salir corriendo? 驴Por qu茅 no hay fobia a la historia natural o ansiedad generalizada sobre los estudios sociales?

Nadie sabe el momento exacto en que las matem谩ticas empezaron a aterrorizar a nuestra naci贸n, pero las investigaciones han descubierto que este miedo social profundo a las matem谩ticas se transmite, aunque no gen茅ticamente, de una generaci贸n a otra. De acuerdo con Elizabeth Gunderson, profesora asistente en el departamento de psicolog铆a de la Universidad de Temple quien ha investigado la ansiedad matem谩tica, hay una “transferencia de adulto a ni帽o” que ocurre, por lo general sin darse cuenta, por lo que la frase “las matem谩ticas son dif铆ciles” es m谩s una creencia religiosa que un enga帽o social.

Los expertos que han estudiado la ansiedad matem谩tica dicen que el enga帽o social se basa en un mito peligroso de la educaci贸n estadounidense: o eres bueno en matem谩ticas o no. Es una aflicci贸n extra帽a para los estadounidenses en particular, dada nuestra cultura de “隆puedo hacerlo!”. A煤n as铆, la sabidur铆a com煤n es que los que son afortunados nacen con un gen matem谩tico. Eso deja al resto quienes son v铆ctimas de una deficiencia matem谩tica, a la deriva.

Seg煤n Sheila Tobias, autora del libro , a menos que un estudiante sufra una rara diferencia de aprendizaje, como la discalculia (una incapacidad para “leer” los n煤meros), cualquier ni帽o puede ser bueno en matem谩ticas. Boaler est谩 de acuerdo. Boaler dice que una de las primeras cosas que se debe hacer es cambiar la forma en que pensamos acerca de la . Uno no necesita ser r谩pido o tener todo memorizado para aprender matem谩ticas y entender relaciones num茅ricas. Ella dice que muchos matem谩ticos no son calculadoras particularmente r谩pidas pero “piensan profundamente y con cuidado sobre las matem谩ticas”.

Tobias alienta a los padres a proceder con cautela con un ni帽o que le tiene fobia a las matem谩ticas. “Si tu hijo dice: ‘Soy malo en matem谩ticas'”, dice Tobias, 鈥渓a mejor manera de responder es con una afirmaci贸n objetiva: 鈥榥o puedes ser malo en matem谩ticas porque eres muy bueno en el tenis y puedes calcular cu谩ndo estar谩 la pelota en tu lado de la cancha鈥… Puedes vincular las matem谩ticas con cualquier cosa que tu hijo haga bien”.

Gran parte del mensaje negativo sobre las matem谩ticas es difundido por los maestros, dice el autor del libro Smartest Kids in the World, Ripley. Tendemos a reclutar muchos maestros, especialmente maestros de escuelas primarias, que sufren de fobia matem谩tica. 驴Por qu茅 es esto? Ese es el misterio que permanece. Pero puede deberse en parte a que muchas de nuestras m谩s de 1,000 universidades de capacitaci贸n de maestros tienen est谩ndares acad茅micos muy bajos en comparaci贸n con los pa铆ses con mejor desempe帽o. No necesitas tener buenas calificaciones en matem谩ticas para convertirte en maestro. Y muchos maestros, quienes se especializaron en educaci贸n u obtuvieron una licenciatura en artes del lenguaje, son los que “evitan las matem谩ticas”. M谩s de la mitad de ellos nunca tomaron matem谩ticas a nivel universitario.

Las implicaciones son desfavorables. Ripley cita un estudio realizado en el 2010 por el Centro para la Investigaci贸n en 惭补迟别尘谩迟颈肠补蝉 y Ciencias de la Educaci贸n: 鈥淟os futuros maestros en Estados Unidos est谩n recibiendo una capacitaci贸n d茅bil en matem谩ticas y simplemente no est谩n preparados para ense帽ar el exigente plan de estudios de matem谩ticas que necesitamos, especialmente para las escuelas intermedias, si esperamos competir internacionalmente”.

Los padres tambi茅n tienen una gran influencia. Cuando los padres dicen: “nunca he sido bueno en matem谩ticas” o “no podr铆a resolver un problema matem谩tico ni para salvar mi vida”, le env铆an un mensaje al ni帽o de que no hay nada que se pueda hacer cuando se es malo en matem谩ticas. Gunderson ha descubierto que las madres en particular, que escucharon el mismo mensaje de sus madres, transmiten su incomodidad num茅rica a sus hijas, lo que es preocupante, dado que las ni帽as todav铆a est谩n muy poco representadas en las carreras que involucran las matem谩ticas y las ciencias, y que son dominadas por los hombres.

Las matem谩ticas y su relaci贸n con el mundo real

鈥淟as matem谩ticas representan un desaf铆o para m铆”, admite la madre de Simone, Pia. “Recuerdo que la divisi贸n larga me caus贸 un trauma”. Pia misma quer铆a ser bi贸loga marina y en sus primeros a帽os escolares dice que le encantaban las matem谩ticas, pero se rindi贸 cuando encontr贸 que las matem谩ticas de nivel superior eran demasiado dif铆ciles. Pia pudo haberle transmitido su propia aprensi贸n acerca de las matem谩ticas a su hija, pero puede ser considerada como un modelo a seguir con respecto a lo que se debe hacer cuando descubres que tu hijo tiene ansiedad matem谩tica.

En tercer grado, Incluso con apoyo adicional fue dif铆cil para Simone seguir el ritmo de sus compa帽eros y entender las lecciones. Su camino se volvi贸 a煤n m谩s tortuoso en cuarto grado, cuando se enfrent贸 con decimales, multiplicaci贸n de varios d铆gitos y pre 谩lgebra. La hora de matem谩ticas sigui贸 siendo una pesadilla.

En quinto grado, a pesar de sobresalir en estudios sociales, historia, lectura y escritura, Simone a menudo no entend铆a matem谩ticas.

Fue entonces cuando Pia encontr贸 a la tutora de matem谩ticas Jennifer Heifferon. Trabajando desde un apartamento con coloridas cajas llenas de cosas como dados, bloques, dinero ficticio y juegos de mesa, Heifferon utiliz贸 sus a帽os como especialista en diferencias de aprendizaje para ayudar a Simone. Sab铆a que m谩s hojas de trabajo de matem谩ticas no resolver铆an el problema de Simone. En cambio, Heifferon dice que ella necesitaba “derribar las barreras” que Simone hab铆a construido para protegerse de la nube de miedo que estaba tan presente durante gran parte de su d铆a de aprendizaje. Heifferon y Simone caminaron por el vecindario midiendo oct谩gonos y paralelogramos; hornearon galletas para practicar fracciones; estaban haciendo lo que equival铆a a la terapia de matem谩ticas.

“Ella hizo que las matem谩ticas fueran emocionantes y divertidas”, recuerda Simone. Al llevar las matem谩ticas a lo b谩sico y relacionarlas con el mundo real, Simone comenz贸 a ver que las matem谩ticas son simplemente otro idioma, uno que ayuda a comprender el mundo de una manera que las palabras no pueden.

驴Un problema de ni帽as?

Heifferon dice que Simone no es la 煤nica: muchas chicas se paralizan cuando se enfrentan a las matem谩ticas. Lo que nos lleva a la pregunta: 驴por qu茅 es que las ni帽as, en particular, sufren tanto la ansiedad matem谩tica? Seg煤n Gunderson, mucho se puede atribuir a la transferencia de “adulto a ni帽o” en el aula.

Gunderson descubri贸 que el aprendizaje matem谩tico de las alumnas se ve afectado negativamente por la ansiedad matem谩tica de sus maestras. “La ansiedad matem谩tica de las maestras afecta la forma en que ense帽an”, dice Gunderson. 鈥淐uanto m谩s fuerte es la ansiedad matem谩tica de la maestra, menos aprenden las ni帽as鈥. Al comprender que los ni帽os tienden a modelar el comportamiento de adultos del mismo sexo y que m谩s del 80 por ciento de los maestros de escuelas primarias en los Estados Unidos son mujeres, la frase 鈥渦n problema de ni帽as鈥 comienza a tener sentido.

A partir de sus estudios, Gunderson concluye que “la ansiedad matem谩tica de la maestra refuerza la idea de que en el 谩rea de las matem谩ticas los hombres son generalmente mejores y en el 谩rea de lectura las mujeres son generalmente mejores鈥.Gunderson cree que otros factores, algunos m谩s sutiles, pueden estar destruyendo la confianza de una ni帽a. Puede ser que “los maestros que tienen ansiedad matem谩tica pasen menos tiempo ense帽ando matem谩ticas o digan cosas como ‘est谩 bien si no eres bueno en matem谩ticas’ o humillen a los ni帽os porque ellos mismos se sienten inc贸modos con eso”.

Seg煤n Lucy O’Dwyer, tutora de matem谩ticas de San Francisco durante 20 a帽os, es el miedo a las matem谩ticas (no la incapacidad para entenderlas), lo que frena a las ni帽as. “Los muchachos que vienen a m铆 tienden a tener dificultades con el material, no con la seguridad que tienen en ellos mismos”, explica. Con las chicas, es diferente. “Muchas de las chicas que buscan mi ayuda, no saben que pueden ser buenas en matem谩ticas… lo que desarrollo en ellas es esa sensaci贸n de seguridad”.

Gunderson dice: “Cuando tengas ansiedad matem谩tica, crea estas reflexiones verbales en tu mente: 鈥榤e preocupan las matem谩ticas, 驴qu茅 pasa si me equivoco?鈥. La ansiedad puede sobrecargar tu memoria y cuanto m谩s cargada est茅 tu memoria, m谩s ansiedad te provocar谩. Tienes ansiedad y todo te sale peor, es una espiral hacia abajo. Sin esa ansiedad, las cosas te salen muy bien鈥. Las ni帽as a menudo tienden a centrarse en la posibilidad aterradora de fallar, y eso eclipsa el enfoque del aprendizaje por el bien del aprendizaje. Gunderson aconseja a los padres y maestros a cambiar la meta. Si la meta del ni帽o “es obtener buenas calificaciones, es m谩s propenso a la ansiedad. Si la meta es aprender, eso es mucho mejor鈥.

Resolviendo el problema un paso a la vez

Despu茅s de meses de terapia en matem谩ticas, Simone comenz贸 a mostrar signos de cambio. “Una vez que gan贸 seguridad, comenz贸 a tener m谩s 茅xito”, recuerda Heifferon. Pero dice que ayudar a Simone a encontrar “una nueva identidad matem谩tica” fue la parte m谩s dif铆cil.

Ha tomado seis a帽os para que gran parte del da帽o se revierta. El a帽o pasado, Simone obtuvo su primera A en matem谩ticas. Ella es una de las afortunadas que no crecer谩 perseguida por la maldici贸n “soy mala en matem谩ticas”. “Yo dir铆a que soy razonablemente inteligente en matem谩ticas”, dice Simone ahora. “Me gustan, pero no me encantan”. Pero ella no planea dejar que eso la detenga. Un d铆a, dice, incluso podr铆a estudiar para ser psiquiatra o doctora, dos carreras que requieren mucha matem谩tica.

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